domingo, 19 de febrero de 2012

Cuaresma, Camino de Conversión.

La Cuaresma es un Tiempo Especial en el que litúrgicamente la Iglesia se prepara para celebrar la Semana Santa, con lo que viene siendo el Triduo Pascual, Misterio de Fe centrado en la Pasión y Resurrección de Jesucristo, su paso definitivo para otorgar Redención a todo el género humano.

En sí, la Cuaresma es un tiempo de preparación que dura «Cuarenta Días» y que efectivamente es un camino de conversión; que como itinerario de vida, nos lleva a ese renacimiento, resurgimiento y resurrección.

El número 40 es simbólico y quiere decir «Cambio», referente a un Camino o Periodo de Prueba que efectúa un cambio en la persona o comunidad:

-El Diluvio duró 40 días.

-Elías caminó 40 días hacia el Monte de Dios, el Horeb.

-Jesús ayunó 40 días antes de iniciar su Ministerio.

La Iglesia estableció el tiempo cuaresmal desde el siglo IV, con el fin constituir un tiempo de penitencia y de preparación para la Pascua Cristiana.

Es un tiempo de ayuno, abstinencia y de intensa piedad; teniendo en cuenta que el verdadero ayuno es el de evitar el pecado, abstenernos de comodidades y ofrecerlas en actitud de piedad, por nuestra propia santificación y del mundo entero.

La conversión no se reduce a meros propósitos cuaresmales que si bien se cumplen, al término de la Cuaresma se vuelve a incurrir a lo mismo; o peor aún cuando no se llevan a cabo dichos propósitos. La conversión es «Metanoia», es decir: cambio de mentalidad que por la gracia del Espíritu Santo concede un cambio de mentalidad, de sentimientos y de actitudes.

Convertirnos no es solo cuestión de cambiar para dejar el pecado; sino mas bien es un cambio que implica volver a Dios; ya que poniendo nuestra mirada, nuestro corazón y nuestro ser en el Señor, es como dejaremos automáticamente el pecado.

El tiempo cuaresmal inicia el Miércoles de Ceniza y termina con el Domingo de Ramos, en el que simultáneamente comienza la «Semana Santa».

Significado de la Ceniza

Es un signo penitencial que antiguamente se utilizaba colocándose ceniza sobre la cabeza y a la vez se sentaban sobre ella, implorando el perdón divino.

La ceniza evoca la naturaleza humana, cuyo origen es el barro o polvo; por ello el sacerdote o ministro al imponer la ceniza, dice: “Recuerda que polvo eres y en polvo te convertirás”.

Esta ceniza se elabora de la quema de las palmas del Domingo de Ramos y esta ceniza es bendecida por el sacerdote, que es símbolo de la destrucción de los errores del año trascurrido; por eso también se usan las palabras para el Rito de Ceniza: “Arrepiéntete y cree en el Evangelio”.

Signos en la Liturgia

  • El color litúrgico y que el sacerdote en la casulla porta es el morado.
  • Se omite el Gloria, excepto en las Solemnidades de la Encarnación y San José.
  • Se suprime el Aleluya y se recita o entona: Honor y gloria a ti Señor Jesús.
  • Austeridad en el Altar y templo, procurando que no haya flores ni adornos.
  • Se puede evitar el uso de música instrumental; si acaso sólo el órgano si.